En diciembre de 2016 estuvimos recorriendo parte de este singular país. Veníamos de pasar un intenso mes en India y al poco de aterrizar en Colombo ya supimos que este país nos iba a dejar con ganas de más.
Pudimos disfrutar de 15 días recorriendo gran parte del sur y centro de Sri Lanka. Descubrimos que moverse en tren y autobús es la forma más barata y auténtica de hacerlo. Es un país en el que las distancias son cortas y los días cunden. Alguien nos dijo que no era un país para mochileros low cost… nosotros hicimos caso omiso y vimos como nuestro presupuesto diario de 50€ entre los dos muchos días quedaba reducido a la mitad. De acuerdo, es caro hacer excursiones o entrar en parques arqueológicos, pero un museo en Europa también es caro y nadie lo cuestiona…
Prácticamente durante toda nuestra estancia nos quedamos en alojamientos tipo bed&breakfast o los llamados homestay. Lugares sencillos y económicos, en casa de familias que alquilan habitaciones para sacarse un dinerito extra. Es, sin duda alguna, una gran forma de conocer gente local, vivir anécdotas inolvidables y ayudarles económicamente en su día a día. (Lo mínimo que llegamos a pagar fueron 5€ la noche por habitación doble y baño privado, y lo máximo fueron 20€ la noche).
En cualquier caso Sri Lanka cuenta con gran oferta hotelera de todos los tipos, gustos y bolsillos; donde podréis encontrar la mejor opción que se adecue a vuestras necesidades y gustos.
Nuestra única gran pega… la comida! Todo es ultramegapicante… y la dieta principal es el arroz con curry… aunque uno insista en pedir no picante, siempre pica… Así fue que tardamos varios días en encontrar algo que pudiéramos comer a gusto… dígase el roti con coco! Toda una salvación!
A continuación os dejamos un resumen cronológico de nuestro recorrido en Sri Lanka, incluyendo los links de dónde nos hospedamos, para que si estáis pensando en viajar a este país tengáis una guía para organizar vuestra ruta. También os animamos a que os leáis nuestro diario de viaje en Sri Lanka, con nuestras experiencias y sensaciones nada más haber acabado de visitar este país.
ITINERARIO PARA RECORRER SRI LANKA EN 15 DÍAS
Día 1: Llegada a la capital, Colombo.
Organizamos nuestro recorrido en la India para acabar en Madurai, ciudad al sur del país con conexiones y vuelos muy económicos (y cortos!) a su vecina Sri Lanka.
Habíamos preparado el visado online para evitarnos colas y controles extras en el aeropuerto. Decidimos no conocer COLOMBO y dirigirnos directamente hacia el sur el mismo día de nuestra llegada. Así fue que cogimos nuestro primer tren en Sri Lanka para pararnos en BOOSA, un plueblecito de pescadores antes de la popular ciudad de Galle. En este primer tren ya viviríamos lo que es ir en segunda clase sin apenas hueco para apoyarse…
Ahí nos alojamos en Bara Beach Home, en unas cabañas en la misma arena con vistas a una de las playas más espectaculares que hemos visto en el país. Y prácticamente para nosotros solos! Esta primera noche, tras llegar de noche a Boosa y algo desorientados, fue el mismo dueño de las cabañas, Barat, que nos recibió y nos insistió en que ya no estábamos en India, que nos relajáramos y que disfrutáramos de nuestros días en este tranquilo país.
Día 2: Relax en la playa de Boosa.
Al día siguiente, y tras celebrar el cumpleaños de Barat, nos dedicamos a descansar, pasear por la playa y contemplar como los pescadores regresaban con sus embarcaciones y sus capturas del día. Apenas hicimos mucho… descansamos y filosofamos con Barat, llegando a la gran reflexión del día «money comes money goes»… así que más vale preocuparse por aquello importante y disfrutar al máximo!
Día 3: Traslado a Galle y visita a esta ciudad colonial.
Muy cerquita de Boosa, a escasos veinte minutos en bus, está la ciudad de GALLE, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988. Dentro de la ciudad amurallada se pueden observar los restos de lo que fue la colonia holandesa, establecida hace más de 400 años. A día de hoy, es un entramado de casitas, tiendas y cafeterías dignas de cualquier ciudad europea y en la que se han asentado muchos extranjeros con ganas de abrir nuevos mercados. No os perdáis el Historical Museum Dutch Style. La entrada es gratuita y hay toda una serie de antigüedades de la época. Además os da la oportunidad de entrar en una típica casa de Galle.
También a las afueras de las murallas, hay un paseo junto al mar donde se colocan los conocidos pescadores de la zona a vender sus capturas del día (o del día anterior 😉
Aquí nos alojamos fuera de las murallas, en Villa Vidura, una casa de una familia que nos recibió a base de notas para indicarnos cual era nuestra habitación. Por una situación familiar no nos pudimos conocer y nos dejaron su casa a total disposición! Eso si que es confianza ciega…
Día 4: Parada en Weligama y traslado a Tangalle.
Avanzamos dirección sur y paramos en WELIGAMA. Seguimos moviéndonos en autobús, colándonos entre locales y disfrutando de las cortas distancias que ofrece este país. Weligama resulta ser una playa conocida por aquellos que practican surf. Nosotros aquí aprovechamos para hacer una inmersión en uno de los puntos más destacados de la bahía, Yala Rock. Para ello contactamos con Weligama Dive center, donde nos atendieron de maravilla e incluso nos ofrecieron quedarnos a trabajar con ellos! La inmersión no fue nada del otro mundo pero nos ayudó a quitarnos el mono después de casi 3 meses sin bucear!
Al acabar cogimos de nuevo autobús, bordeando la costa viendo pasar los pueblos de Mirissa, Matara, y Talaya. Nuestra parada era TANGALLE y su extensa playa llamada MARKOLIYA. Un dato: según la época del año en esta playa se pueden llegar a ver tortugas desovando!
Aquí decidimos alojarnos en unas cabañas en el manglar detrás de la playa, un complejo llamado Great Circle Cabanas que habían inaugurado hace poco y en el que éramos los únicos huéspedes!
Día 5: Día de playa en Markoliya y traslado a Udawalawe.
Para despedirnos del sur de Sri Lanka y de sus largas y extensas playas, nos dimos un pequeño homenaje desayunando a pie de playa en el resort Mangrove Beach Cabana.
Aquí decíamos adiós a las playas de Sri Lanka para adentrarnos en el país. Siguiente parada era UDAWALAWE. Un pequeño pueblo con gran actividad gracias a la reserva de elefantes cercana. Nos alojamos en “A to Z” Guesthouse, regentado por una familia muy acogedora. Tienen habitaciones prácticamente nuevas y muy limpias. Además se ofrecen a hacerte la cena y el desayuno por un precio muy asequible. Incluso cocinan sin picante si se lo pides! Ellos nos organizaron el jeep a un precio más que razonable para recorrer el parque de Udawalawe en busca de elefantes.
Día 6: Safari en Udawalawe y traslado a la aldea de Beragala.
Nada más después de desayunar nos pusimos rumbo a nuestro safari. Fue una mañana intensa en la que vimos en libertad numerosas manadas de elefantes, estando prácticamente solos en nuestro jeep recorriendo el parque. Al ser una de las reservas menos visitadas por turistas, permite que uno recorra el safari sin apenas cruzarse otros coches. Fue una sensación espectacular. En el país existen diferentes reservas: Udawalawe, menos visitada, Yala, la más popular, o Minneriya, más al norte. Lo importante es hablar con la gente local y dejarse aconsejar. Porque para elegir visitar un safari otro dependerá de la época del año que visitéis Sri Lanka. Hay que tener en cuenta con que estación de lluvias os encontráis y, si por ejemplo, los mismos elefantes están migrando a otra reserva en busca de agua.
¿Cuanto cuesta ir de safari en Udawalawe? Para que os sirva de ayuda, alquilar un jeep entero unas cuatro horas suele costar 4000 rupias (21€) y el pase del jeep al parque unas 11.700 rupias (63€). Cuantos más seáis en el paseo, más barato os saldrá el paseo ; ) Nosotros pudimos compartir y pagamos 7850 rupias entre los dos (42€)
Al regresar a «A to Z guesthouse» a por nuestra mochila conocimos a Raja con quien entablamos conversación y se ofreció a llevarnos en su coche hasta HAPUTALE, zona interior y cercana a las plantaciones de té. Resulta que acababa de dejar a una familia y regresaba a casa sin pasajeros. Así que no tuvo inconveniente en llevarnos hasta nuestro siguiente destino y pagarle un precio muy razonable por el trayecto recorrido.
Fue así que durante las 2 horas de trayecto entablamos conversación y por cosas del destino, eso pensamos, nos desviamos de Haputale y acabamos en BERAGALA, en casa de la madre de Raja. Nos alejamos de toda ruta turística y nos quedamos con su familia a pasar la noche. Fue una inmersión total en la cultura del país.
Día 7: Pasamos de la auténtica aldea de Beragala a la turística Ella.
El hermano de Raja (con su escaso inglés) nos acompañó a la parada de bus y nos dio como pudo las indicaciones para que llegáramos a ELLA. Éramos el centro de atención de todos los vecinos y de todos los pasajeros del bus! Ella es archiconocida por las plantaciones de té y como punto de salida del mítico tren que recorre el centro del país. Sinceramente nosotros quedamos algo decepcionados con el pueblo. Había demasiados hoteles, demasiadas construcciones en marcha, muchos edificios de más de cuatro alturas y muchas tiendas enfocadas al turista… Ya que estábamos ahí aprovechamos para pasear por la aldea y subir al Little Adams peak, una excursión muy fácil y asequible que permite llegar a una cima y tener unas inmejorables vistas de Ella y de las montañas cercanas. Dejamos la masificada Ella y regresamos con nuestra nueva familia. Pasamos la tarde con ellos, tomando té y viendo la televisión india.
Día 8: Visitamos Haputale y las plantaciones de té de Lipton Seat.
Con la ayuda e indicaciones de Raja conseguimos un tuc tuc que nos lleva de Haputale hasta la entrada de LIPTON SEAT, ahorrándonos así unos 12km de caminata. Este es el lugar que eligió Thomas Lipton para amasar su gran fortuna a base de plantaciones de té. El mirador de la cima está a unos 2000 metros de altitud y si tenéis suerte y la niebla no lo cubre todo, se pueden tener unas vistas inmejorables de lo que son las plantaciones y las colinas cercanas (el acceso cuesta 50 rupias por persona, 0’30€). Es interesante darse un paseo y poder observar a las recolectoras como siguen haciendo el trabajo manual, cargando a sus espaldas la recogida del día y llevándola a pesar al acabar la jornada. Aquí entablamos conversación con un joven de Sri Lanka que vivía en Londres y que se ofreció a bajarnos hasta Haputale en su coche. Fue un trayecto interesante ya que este chico nos contó un poco el tema de la guerra civil en el país (muy reciente, apenas 6 años atrás!) y nos dio otra visión para entender la actual Sri Lanka.
Llegamos a casa y la familia de Raja nos esperaba con té y otras pastas para pasar la tarde. ; )
Día 9: Tren de Haputale a Hatton.
Entre lágrimas nos despedimos de la familia de Raja y ponemos rumbo a la estación de tren de Haputale. Es así que recorremos parte de las tierras altas de Sri Lanka en su popular tren. Es un trayecto entre colinas y plantaciones de té, que deja a uno ensimismado ante tanto verde. Aunque este tren se haya hecho muy popular entre los turistas, sigue siendo principal modo de transporte de los habitantes de la zona.
Paramos en HATTON donde cogemos un bus hasta la base de ADAM’S PEAK. Nos habían hablado de este lugar y decidimos hacer parada aquí y unirnos a la singular peregrinación.
Llegamos sin tener reservado ningún alojamiento. Decidimos quedarnos en la pensión Singhbrothers por el entusiasmo que puso el chico al recibirnos y las facilidades en cuanto a horarios que nos dio para organizar nuestra subida a la cima. Las habitaciones estaban muy bien equipadas y la cena fue espectacular.
Día 10: Subida a Adam’s peak y traslado a Kandy.
La tradición manda que hay que madrugar si uno quiere ver el amanacer desde la cima de Adam’s peak. Así fue que a las 3 am ya estábamos en marcha subiendo los más de 5000 escalones que nos íbamos encontrando. La montaña tiene 2243 metros de altitud y es un lugar sagrado tanto para hinduistas, budistas y musulmanes. En su cima hay un templo budista en el cual uno se refugia al llegar para contemplar la salida del sol. Sinceramente fue impresionante y una de las mejores experiencias que vivimos en el país. La peregrinación empieza a inicios/ mediados de diciembre hasta abril. Si queréis uniros a esta subida, aseguraros que de vuestras fechas coinciden con estos meses… Ah! No dejéis de fijaros en la sombra de la montaña detrás del monasterio budista! 😉
La subida a la cima no debería costaros nada. Aunque tendréis que sortear nada más empezar una puerta con unos monjes budistas que exigen una «donación» de 1000 rupias a los extranjeros (5€). Hablando con los locales, nos explicaron que ellos también donan y que el dinero recaudado va destinado al mantenimiento del monasterio y a la construcción de nuevas estatuas budistas.
Regresamos al pueblo y cogimos de nuevo bus y tren dirección a KANDY . Estábamos agotados así que poco hicimos en esta ciudad. Definimos esta parada como una cuestión logística y para recuperar fuerzas. Para ello nos quedamos en Mount View Inn, cerca de la estación y con unas habitaciones amplias y cómodas.
Día 11: Visitamos el buda de Kandy y ponemos rumbo a Dambulla.
Kandy nos resultó poco atractiva… es cierto que está el Royal Palace, los jardines botánicos y un templo con un diente de buda…. Nosotros fuimos a lo práctico y subimos la colina para visitar un buda enorme de 30 metros de altitud. Entrar tiene un «coste-donación» de 200 rupias por persona (1´08€).
Dejamos la ruidosa Kandy y nos dirigimos al este, a DAMBULLA. Visitamos el Golden Temple, algo kitsch a nuestro parecer, y las cuevas y frescos de Temple Rock. Merecida visita si uno pasa cerca (teniendo en cuenta además que el acceso es gratis!) Aquí nos alojamos en Roberts inn. El dueño nos contó que fue de los primeros en alojar a extranjeros a través de coachsurfing. Luego se dio cuenta que podía tener un sustento para su familia y organizó su pequeño hostal. Lo mejor, conocer a su hija. Una chica moderna que conduce un jeep a toda mecha y que te muestra una cara de la juventud contemporánea de este país.
Día 12: Siguiente parada, Sigiriya!
Nos vamos a la ciudad sagrada de SIGIRIYA. Aquí nos alojamos en casa de Vee Guesthouse, una maestra que aprendió inglés a raíz de alojar turistas. Le alquilamos unas bicis y nos acercamos hasta PIDURANGALA ROCK. Decidimos no entrar en Sigiriya rock, conocida como Lion rock y uno de los iconos del país, por dos motivos. Uno, es festivo y las colas son interminables, y otro, el elevado precio de la entrada, cerca de 30$ por persona. Así es que nuestra casera nos recomienda la alternativa de Pidurangala. La entrada cuesta 500 rupias por persona (2’70€) y hay muchísima menos gente. Una pequeña excursión entre rocas que permite a uno contemplar el Lion Rock en su conjunto desde otra perspectiva. Una buena alternativa para mochileros low cost como nosotros!
Vee nos hace sentir como en casa y siendo Navidad nos cocina platos típicos del país para que nos sintamos más a gusto aún.
Día 13: Traslado a Polonnaruwa, una de las antiguas capitales de Sri Lanka y gran centro arqueológico.
Cogemos otro autobús para llegar hasta el siguiente pueblo, Polonnaruwa, y cerrar así nuestras visitas culturales del país. Nos alojamos en Jayaru Guest house, antiguo marinero que surcó los mares e incluso llegó hasta nuestra vecina Barcelona! Quien lo diría! Le alquilamos unas bicicletas y recorremos el conjunto arqueológico de POLONNARUWA. Una visita cultural que deslumbra a uno con la cantidad de monumentos y restos budistas que se pueden ir viendo en todo el recinto. La verdad que una mañana no da para recorrer los 8 km del complejo… La entrada cuesta 3950 rupias (21€) y hay que comprarla en el Museo, antes de entrar al recinto. No os olvidéis de llevar agua y una buena gorra!
Día 14: Deshacemos el camino hecho… tren hasta Colombo.
Cruzamos el país de este a oeste para regresar a nuestro punto de partida, Colombo. Un trayecto en tren de casi 8 horas que nos sirven para ir mentalizándonos de nuestro paso y despedida por Sri Lanka. Para que os hagáis una idea de lo barato que es moverse en tren en Sri Lanka, un tren de casi 8horas, recorriendo 300kms, tiene un coste de 340 rupias por persona (1’84€). Eso si, en tercera clase ; ) Al llegar a Colombo, cogemos otro tren y vamos a NEGOMBO. Elegimos descansar en Negombo, en el Flip Flop hostel, por su conexión y cercanía al aeropuerto, para evitar así los posibles atascos de la ruidosa Colombo. Llegamos casi de noche a nuestro hostal, bajo una densa lluvia y celebrando así mi cumpleaños!
Día 15: Día de descanso en Negombo.
El día no acompaña demasiado así que aprovechamos para descansar y preparar nuestro próximo destino.
Día 16: Nos despedimos de Sri Lanka y volamos a Malasia!
Así fue como poníamos fin a nuestros quince días en Sri Lanka. No descartamos volver en un futuro (seguimos en contacto con nuestro amigo Raja y no deja de preguntarnos cuando volvemos) y no dejamos de recomendar este país a nuestros amigos. Es un lugar ideal donde uno puede hacer y encontrar de todo! Nadar en inmensas playas, ir de safari en busca de elefantes, recorrer verdes plantaciones de té, viajar en tren, hacer excursiones y peregrinaciones, conocer restos arqueológicos budistas, etc… de todo y más!
Si quieres conocer nuestras primeras impresiones en el país, no dudes en leer nuestro Diario de viaje, Sri Lanka, un país que lo tiene todo.
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Gran post,como siempre…
Con datos muy útiles, ideales para nuestro próxima experiencia en «Ceilán»jeje..
Ya nos contaréis en vuestra próxima aventura..
Un abrazo
Marquitos! eres nuestro fan número 1! disfrutad mucho de vuestro viaje que casi empieza ya! y seguimos en contacto! ya nos contarás que tal esas duchas frías en Nepal ; )
cuidaros mucho!
un beso a los dos!
rosa & luis