A pocas calles de la Habana Vieja, la zona más cuidada y limpia de la ciudad, descubrimos Centro Habana. Esta zona de la ciudad es la imagen que nos viene a la mente cuando pensamos en Cuba: gente en las calles, antiguos edificios coloniales por reformar, calles desordenadas, fachadas despintadas y desconchadas, coches antiquísimos en las aceras, niños jugando en los portales, gente haciendo sus recados … la auténtica esencia de la ciudad!
Nosotros al tener varios días y al poder ir a nuestro ritmo, decidimos dedicarle un día completo a este singular barrio. Lo que hicimos fue caminar en zigzag por su entramado de calles y edificios, dejándonos llevar y perdiéndonos en la ajetreada vida local.
Recorrer a pie Centro Habana
Empezamos la mañana entrando por calle Neptuno, y pudimos ver como los cubanos se ponen en marcha, van al mercado, hacen sus recados diarios, hablan con los vecinos… y así, sin darnos cuenta, prácticamente cruzamos todo el barrio. Llegamos hasta la Avenida Italia, otra de las calles principales de la ciudad con bastante tráfico, para volver atrás y deshacer el camino cogiendo otra calle al azar.
Caminar por estas calles es adentrarse un poco en la realidad cubana, las calles ya no están tan limpias, las alcantarillas están a rebosar, hay gente por todas partes, conversando airadamente en un portal, reparando sus coches en la misma calle, otros viendo la televisión sentados en la acera… Puede resultar algo chocante para alguien no acostumbrado a este tipo de ciudades, pero no es inseguro. De hecho, es la ciudad que hemos visitado en la que más seguros nos hemos sentido. Evidentemente os pararán por la calle para intentar venderos algo, pidiendo una limosna, etc…pero nunca sentimos ni percibimos ningún peligro o amenaza; todo lo contrario: nos pareció una ciudad muy abierta con gente muy amable, apacible y respetuosa. Tenemos que reconocerlo: nos enamoramos de cada rincón de esta ciudad!
Si buscáis alojamiento más económico en La Habana, Centro Habana es una muy buena opción. Estás en el meollo de todo y a unos 15 minutos a pie de la Habana Vieja. En todas las calles por las que pasamos había casas con carteles de Arrendador, por lo que dándoos una vuelta no tendría por que haber dificultades en encontrar donde dormir.
Caminando por Centro Habana es fácil llegar a parar a la calle San Rafael que es una de las calles peatonales principales: está plagada de tiendas y pequeños restaurantes y es donde se puede ver gran parte de la actividad comercial local. Está justo antes de adentrarse en la zona del Capitolio y la Habana Vieja.
De San Rafael a Calle Obispo hay apenas varios minutos y el Museo Nacional de Bellas Artes, antigua Casa Asturiana, os puede servir como referencia. Este Museo en el momento que estuvimos nosotros estaba en remodelación, pero es fácil poder intuir su interior solo observando la majestuosidad de su fachada.
Un lugar muy especial de Centro Habana, La Guarida
Una forma de acabar el día es acercándose a La Guarida. Está en pleno Centro Habana en calle Concordia, y es una muestra de los palacetes y del glamour que tuvo la ciudad en su momento. La Guarida es conocida también por aparecer en ”Fresa y Chocolate” una de las películas cubanas de gran éxito internacional …. Es un edificio que por fuera da la impresión de estar en ruinas… pero a medida que se suben sus imponentes escaleras te vas llevando grandes sorpresas.
En la primera planta hay pequeños apartamentos, luego pasas por varios salones con aspecto abandonado y llegas a la planta superior, que es donde está el restaurante. El restaurante es como entrar en un antiguo palacete: sus paredes, sus lámparas, su mobiliario… todo restos de una época dorada de La Habana. Si llegáis a partir de las 18:00 de la tarde las terrazas de más arriba quedan abiertas y te puedes tomar una copa con unas increíble vistas al corazón de La Habana. Si podéis pedid permiso para ver las salas interiores, veréis que algunas paredes están cubiertas con fotografías de las celebridades que han comido en este restaurante. Es como descubrir un pedacito de historia de La Habana.
Lo interesante de este Restaurante es que los mismos dueños y gestores están invirtiendo en recuperar el edificio en sí, restaurando las diferentes plantas, ayudando a los vecinos de los apartamentos de abajo, arreglando las diferentes terrazas … También participan en varios proyectos con la comunidad, como, por ejemplo; organizando cursos de cocina para los niños del colegio vecino. Si os apetece cenar en La Guarida os recomendamos que reservéis mesa para así aseguraros una mesa en uno de sus glamurosos salones.
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