La lucha libre mexicana debe ser una de las cosas más auténticas y con más folclore de México. Desde que llegamos a México yo siempre había querido ir así que cuando organizamos nuestros viaje a la Ciudad de México y Puebla no lo dudé. En estas dos ciudades hay combates, más o menos de forma regular, así que no es difícil que os coincida alguna velada mientras estéis allí.
¿Dónde se pueden comprar las entradas para la lucha libre mexicana?
Se pueden comprar en las taquillas de los estadios donde se celebran o por internet. Nosotros las compramos en la página de ticketmaster. Allí veréis un calendario con las diferentes veladas que se organizan. Decidimos comprarlas por internet para asegurarnos una entrada y para poder escoger sitio… La mayoría de las veladas fijas son en la Ciudad de México y en Puebla. Y luego hay algunas veladas itinerantes que van recorriendo la geografía del país. En nuestro caso al final fuimos a ver la velada de combates en la Arena de Puebla. Nosotros fuimos algo previsores y compramos las entradas por internet. Aunque no hubiera sido problema comprarlas el mismo día en taquilla… eso sí, haciendo la correspondiente cola. Lo bueno de comprar las entradas online, es el poder entrar directos a la arena sin hacer colas.
¿Cuánto cuesta una entrada para la lucha libre mexicana?
El precio varía en función de la parte del estadio en la que te sientas. Hay varias opciones de entradas: los asientos a pie de pista o la grada general. Por la diferencia de precio os recomendamos los asientos a pie de pista, que es lo que compramos nosotros. Se ve mucho mejor y cuando los luchadores saltan fuera del ring casi te caen encima! 😉 A nosotros la entrada nos costó 160 pesos por persona. Pero la entrada general era aún más barata…
¿Qué esperar de la lucha libre mexicana?
Sin duda alguna asistir a una velada de lucha libre en México es una experiencia única y muy divertida. Rosa no estaba muy motivada con el tema y al final de la noche estaba casi más contenta ella que yo. La velada a la que asistimos duró unas dos horas y se dividió en 5 combates. El orden de los combates se organiza en función de la popularidad de los luchadores…empezando por los menos conocidos y acabando por los luchadores más aclamados. Los combates pueden ser individuales o por parejas e, incluso, tríos.
Los combates en sí mismos son, tal y como se puede esperar, pura coreografía y actuación…Prácticamente no se tocan y no creo que se hagan mucho daño. Así que lo mejor para disfrutar de este espectáculo es dejarse llevar, imaginarse que se está ante una obra de teatro y disfrutar del show y de cómo lo vive la gente. Si hacéis eso entonces os garantizamos que os lo pasaréis genial. Durante toda la velada hay gritos, peleas, insultos, saltos, discusiones entre el público, entre el árbitro y los luchadores, etc.
No os esperéis un show como el que montan los americanos con el “pressing catch”… La lucha libre mexicana es bastante mas “cutre” y menos “glamurosa”…probablemente ahí reside su encanto. El vestuario, las famosas máscaras que llevan, las coreografías, los árbitros, el sonido, las actuaciones de los luchadores…todo es mucho más kitsch y con más encanto… es más como de andar por casa. Probablemente sea por eso por lo que esté tan arraigado en la cultura popular mexicana. No os extrañe ver a padres con sus hijos e hijas animando a los luchadores, se trata de una actividad que la gente disfruta en familia.
En nuestro caso cada vez que había un combate elegíamos uno de los dos bandos y así lo vivíamos un poco más. No tuvimos mucha suerte a la hora de elegir bandos ya que casi siempre perdieron los luchadores que habíamos elegido…pero eso es lo de menos. Lo mejor fue estar allí divirtiéndonos viendo un show tan auténtico y característico, viviéndolo desde dentro. Sin duda alguna si vais a ver la Lucha Libre mexicana os divertiréis mucho!
Una dato curioso. Según nos contó Vini, el marido mexicano de nuestra amiga Ana, la lucha libre mexicana es muy seguida en Japón, llegando hasta el punto de que los luchadores mexicanos han ido al país nipón a combatir, y muchos de los combates se graban y se retransmiten después en Japón.
Una última recomendación si tenéis pensado ir a ver la lucha libre mexicana: una vez dentro se puede comprar cualquier tipo de comida, así que llevaos unos pesos extra para cenar o beber algo o para comprar algún souvenir… como nosotros que nos compramos nuestro muñequito del gran “Carístico”.
Si eres de los que piensa que asistir a algún deporte típico del país es la mejor manera de conocer y comprender su cultura te recomendamos que leas el POST NBA El auténtico show americano.