El Lago Tahoe está situado a unas 4 horas de San Francisco y pertenece a la red de los National Forests. Fue la primera gran sorpresa del viaje. Llegamos de noche porque no hicimos bien el cálculo de horas. Veníamos de dejar San Francisco y hacer parada en Sacramento para comer con Kyle, un viejo amigo que conocimos en Mallorca y que había vuelto a USA para reunirse con la familia y montar su propio negocio, un auténtico wine bar llamado House of Oliver.
En el trayecto ya podíamos intuir árboles nevados y nieve acumulada en el arcén. Nosotros fuimos a la zona sur del lago conocida como South Lake Tahoe, y nos alojamos en el Tahoe Blue Jay Lodge. Un motel de carretera súper barato en el que las habitaciones son cabañitas de madera. Lo mejor es que está a apenas 5 min a pie de la playa del lago, y muy cerca también de los accesos a la zona de remontes para subir a la estación de esquí.
El mejor plan, ver amanecer en el Lago Tahoe
Nos pegamos el madrugón para ver amanecer y fue espectacular. Todo en silencio, ni un alma, la playa del lago cubierta de nieve, una bruma cubriendo toda la zona…. Nos quedamos un rato largo hasta que el frío pudo con nosotros y nos fuimos corriendo para disfrutar del desayuno incluido que teníamos en el motel. El día anterior estábamos en Sacramento a casi a 22ºC y en Tahoe nos habíamos despertado a -7ºC!
Las mejores vistas del lago se tienen desde los mismos remontes de la estación de ski que se llama Heavenly. Nosotros llegamos con la primera nevada pero la estación de esquí todavía no estaba abierta, por lo que no pudimos subir. Así que nosotros descubrimos el lago desde nivel 0, desde la misma orilla 😉
Lo que hicimos fue coger coche y seguir la carretera 89 que va paralela al lago. Nos fuimos parando en varios puntos y miradores desde los que se puede admirar el lago desde distintas perspectivas. En algunos puntos incluso se puede bajar al nivel del agua.
Miradores del Lago Tahoe
Los mejores puntos para parar a apreciar las asombrosas vistas son: Emerald Bay, Inspiration Point view, la zona de Eagle fall, y el Rubicon Point.
Si tenéis pensado ir a descubrir este precioso lago podéis calcular que con medio día tenéis suficiente para recorrer el lago al completo en coche y llevaros una buena impresión. Pero nosotros os recomendaríamos hacer como nosotros e intentar ver un amanecer o un atardecer… el juego de luces y colores que se forma con la bruma merecen el madrugón.
Es cierto que depende la estación del año en la que vayáis podréis disfrutar de diferentes actividades en el mismo lago, como paseos en barco, kayak, paddle surf, motos acuáticas, etc. Nosotros al llegar en el cambio de estación, de verano a invierno, no vimos mucha actividad y nos centramos más en recorrer el mismo lago y sus miradores. Si hubiéramos estado unas semanas más tarde quizás hubiéramos dedicado un día a esquiar en alguna de las pistas cercanas.
Nosotros dejamos Tahoe antes del mediodía ya que nos esperaban cuatro largas horas en coche para llegar a la zona de Yosemite. Dejamos la nieve, cruzamos una zona boscosa, una zona de llanuras llena de ranchos y vacas, pasamos por un pueblo estilo Far West llamado Angels y elegimos parar en Midpines para dormir al estar muy cerca de una de las entradas del Yosemite Park.
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Si os animáis a seguir con la ruta, podéis leer el POST Rutas míticas, road trip por la costa Oeste americana.
