Valladolid es una pequeña ciudad colonial mexicana cuya población no llega a los 50.000 habitantes. (Así es, Valladolid no sólo se encuentra en España ; ) Esta ciudad cuenta con cierto atractivo turístico por su carácter colonial y por su cercanía a la carretera 180, que le une con los principales núcleos turísticos de la zona, como por ejemplo Cancún o las ruinas arqueológicas de Chichén Itzá. Además Valladolid forma parte de la red de Pueblos Mágicos de México catalogados por la Secretaria de Turismo mexicana.
Nosotros a esta ciudad le dedicamos un día. Es una ciudad bastante pequeña que se puede visitar fácilmente caminando. Aprovechamos para callejear por sus calles e ir, poco a poco descubriendo sus rincones, sus plazas, su mercado…
De hecho muchos tours organizados que recorren en un día las ruinas de Chichen Itzá y su cenote, al regresar hacen parada en esta ciudad. Descargan a los turistas en la plaza principal, para estirar las piernas y pasearse un poco. Así también se llevan una pincelada de lo que es una auténtica ciudad colonial mexicana (y no sólo la postal turística de Cancún o Playa del Carmen). Como Valladolid está ubicada en medio de la ruta de Cancún y Chichen Itzá es muy cómodo hacer una parada y ver algo más en poco tiempo.
Como en toda ciudad mexicana en el centro de la ciudad veréis la Plaza Principal, el Palacio Municipal, y en uno de los laterales de esta plaza se encuentra la Iglesia de San Gervasio. La plaza tiene bastante actividad y siempre hay alguien charlando con algún vecino o vendiendo algo en un puesto ambulante.
Caminando por sus calles, y de pura casualidad, descubrimos el Museo del Chocolate. Aprovechamos para visitarlo. Es una visita interesante que te explica como fabricaban el chocolate los mayas y te da la oportunidad, al final de la visita, de comprar cacao y chocolate hecho por ellos mismos de forma totalmente artesanal. Además, mientras esperábamos a que abrieran las puertas del museo aprovechamos para desayunar y jugar unas partidas al Jenga en el bar que tienen en el mismo museo. Probamos un cacao con leche fabricado de forma artesanal que estaba muy bueno.
En Valladolid también se puede visitar el cenote Zací, que se encuentra en la misma ciudad. La verdad que Valladolid es una ciudad a la que basta dedicarle un día, callejear un rato y comer algo en alguno de los restaurantes situados en la plaza principal. Si al acabar la visita en Valladolid os habéis quedado con más ganas de descubrir otra ciudad colonial os recomendamos que os leáis el POST Mérida: ciudad colonial mexicana.
A sólo media hora de Valladolid se encuentran las ruinas de Ek-Balam. Si uno está en ruta puede pararse ahí y dedicarle unas pocas horas. Son unas ruinas muy bien conservadas que merece la pena visitar ya que son bastante diferentes de las típicas ruinas como las de Chichen-Itzá.
Si estáis interesados en visitar las ruinas de Ek-Balam os recomendamos leer el POST Las 5 ruinas mayas que no te puedes perder.